viernes, agosto 31, 2007

Qué puede decir alguien que ya murió..._Maritangel (México)

Qué puede decir alguien que ya murio, las palabras actuadas alimentadas con agresion ya no salen de esa boca que permanece cerrada.

No hay cuerpo inerte, la frialdad que caracterizaba a ese cuerpo cuando estaba vivo y que no vivía, ya no existe.

Es un cuerpo calido que se mueve y actúa al ritmo que le dicta el Corazón. Vive aun estando muerto entre la inmensa materia que pulula en el monstruo mundano.

Desnudo, con vestido que solo ven los que saben ver lo de encima, se expresa con transparencia, siendo ignorado por los que la frivolidad los llena.

Sin palabras, responde a las miradas de rechazo y las murmuraciones de critica las recibe con simpatía y con una sonrisa, transmutando lo que a su cuerpo hirió antes de morir.Ausente y presente esta entre los vivos que ya están sintiendo los arrastres del materialismo con que han llenado a la Madre Tierra.

Ella llora y sufre por los vivos que enfrían mas sus cuerpos en las cuevas llenas de luz artificial y ahogados con la cabeza inclinada mirando hacia la oscuridad.

Sus bocas alimentadas ahora con materia inyectada por la ciencia y que les han causado adicción crónica no sabrán que es comer el producto de la Tierra que con tanto Amor alimento a los que fueron asaltados en medio de la oscuridad arrebatándoles la vida.

El muerto vive en la Luz y ya no vivirá en la oscuridad, porque la oscuridad se aleja al no soportar la Luz, pero aun así, intenta apagarla, sin lograrlo.

Marita 28/08/2007

Las “Iglesias” han caido: aprendamos a leer en la vida



" 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en nosotros?

17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el
templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

(Primera carta de Pablo a los Corintios / Capítulo 3: 16-12)"

Cuando era adolescente escribí en mi Biblia de lectura diaria: “La palabra de Dios es para vivirla y la Vida es para leerla”. Entendimiento que el tiempo me ha confirmado “porque en el principio era el verbo” y el verbo es Dios mismo.

Nacimos, metafóricamente explicado, del soplo divino y desde entonces Dios nos está hablando a través de su creación, a cada instante. Nosotros todos, y todo, somos su creación.

El reciente sismo sufrido en nuestro país, ha sido – como muchos dicen, sin darle mayor alcance – un sacudón no solo para la tierra sino especialmente para las conciencias. Y es cierto. El sismo ha obrado como una especie de despertador telúrico, precisamente para que abramos los ojos a la conciencia de que Dios siempre nos está hablando.

Él habla a través de los sucesos sociales mas amplios, como este, o por medio de los encuentros mas, aparentemente, triviales en nuestra vida. ¿Pero estamos atentos a escucharlo o a leerlo?.

Y qué nos dice entre otras cosas este sismo: pues que la tierra ha acelerado su transformación y es necesario ponernos a tono con ese cambio.

La tierra ha sido adulterada, contaminada, mancillada groseramente y nuestras conciencias también. Estamos contaminados, herrumbrados, embarrados literalmente, de sentido práctico y materialidad rampante. Allí están los abismos sociales y económicos, el racismo, las guerras y tantas otras heridas que nacieron primero en el corazón del hombre…en el interior de cada uno de nosotros.

Y Dios habló en el sismo: En un solo templo, en una sola Iglesia,en la Catedral de Pisco, fueron aplastadas poco mas o menos 300 personas. Más allá del hecho trágico, doloroso, sepamos leer su significado como mensaje.

El templo espiritual no está hecho de ladrillo, cemento, adobe, barro, quincha o de cualquier otro material externo a nosotros: está hecho de carne y hueso. La iglesia, el templo que no se derrumba fácilmente, para adorar al Dios único en “espíritu y en verdad”, es el corazón de cada uno de nosotros, independientemente de religiones, confesiones o creencias particulares.

Y con el templo han caído también aquellos dioses de yeso y andas de lata y oro. Ahora ¿en quién o dónde podremos protegernos?

Esa es mi lectura…¿cuál es la tuya?