miércoles, mayo 07, 2008

La casa dentro de la casa_Escribe: Bertha Alicia Medina (*)/ Mèxico


Hace años soñé que encontraba una puerta en mi casa y que ésta me llevaba a una mansión, una mansión que estaba dentro de mi casa y que las dos eran mías.

La mansión era enorme, pero estaba en ruinas; las paredes estaban todas descascaradas y sucias, el piso lleno de hoyos y basura, el techo cayéndose y una oscuridad que daba miedo.

También me encontré ahí con un hombre harapiento, sucio y feo, me asusto tanto que salí corriendo de ahí y me desperté.

¡Que pesadilla tan horrible! pensé, y con el tiempo creí olvidarme por completo de ella, hasta ayer.

Soñé que estaba sentada en mi sala pensando en donde podría hacer mi próximo seminario, cuando de pronto recordé el gran salón de aquella vieja mansión que estaba dentro de mi casa.

- Tal vez, si lo arreglo un poco, pueda quedar bien y ahí darè mis cursos.- pensé

Emocionada por la idea fui a mi recamara por una linterna.

Cuando entre, mi esposo dormía plàcidamente y en mi cama había una paloma blanca, me sorprendió tanto que pensé, “esto debe significar algo”.

Tome la paloma en mis manos y la lance por la ventana esperando que volara, pero ella no lo hizo se quedo ahí parada en el marco.

- Esta bien - le dije.- si quieres quedarte, aquí puedes hacerlo.

Yo me volví y salí con la linterna, me pare frente a la puerta que daba a la mansión y la puerta se abrió.

Frente a mi apareció un tras patio que debía atravesar para llegar a mi mansión, al lado de este había una casa de una señora muy regañona, así que trate de pasar rápido para que no me viera pero me vio.

-Ya vas a pasar otra ves por aquí! - me gritó – agarras este camino de pasadera y ni
buenos días dices, ¡ya estoy harta!

Yo iba a contestarle molesta que ese patio era mío y la mansión también, así que yo podía pasar las veces que quisiera por ahí, pero…..al voltear a verla, vi a su lado una niña down.

Mi ira cambio y suavice mi expresión y voz, así que le dije:

- ¿Por qué te comportas así? Yo no soy tu enemiga, es mas creo que si hablamos
podremos tener una buena amistad.

Su expresión cambio también y me dijo: ¿es verdad?

- Si, le conteste - desde hoy buscaremos una manera mejor de comunicación.

Seguí el camino hacia mi mansión y cual fue mi sorpresa, que aquella casa en ruinas había cambiado.

Estaba totalmente iluminada, con enormes candiles de hermoso cristal cortado, los pisos eran de fina duela y mármol, en las paredes había grandes espejos relucientes con marcos de oro, había lujo por todas partes.

Es como si hubiera entrado al castillo de un gran rey.

Emocionada empecé a recorrerla, abriendo puertas que me llevaban a hermosos salones, recamaras, bibliotecas tapizadas de libros, en fin no podía dejar de admirar ese palacio que era mío.

Y entonces me tope con un hombre guapísimo con un esmoquin blanco reluciente.
- Hola Javier- le dije.

No se como lo conocía, pero así era, creo que a nivel astral todos nos conocemos muy bien.

El sonrió y me dijo:

- ¡Bienvenida a tu mansión!

- Esta hermosa - le dije, emocionada, abriendo mas y mas puertas para ver que sorpresas me traían; parecía una niña descubriendo mundos maravillosos.

Con la prisa me le perdía de vista a Javier hasta que me dijo:

- No corras, no te apartes de mi.- pude sentir su miedo a la separación.

Sonreí apenada y le dije:

- Está bien, vamos juntos, ayúdame a encontrar la otra entrada a la mansión, para que mis niños puedan entrar por allá y no tener que atravesar toda mi casa para llegar al gran salón.

Mientras recorríamos el lugar le pregunte:

- Oye Javier, por cierto, ¿què pasó con aquel hombre harapiento y feo?

- ¿el sucio?, preguntó.

- Si

- El es Javier

- ¿Cómo que Javier? ¿púes tu no eres Javier?

- Si, los dos somos UNO. Cuando ves la vida hermosa y llena de esperanza me ves a mi, cuando la ves con tristeza, o enojo, lo ves a él.

El abrió una puerta que nos llevo a un corredor enorme y muy largo, todo alfombrado, con lámparas de oro y más y más espejos divinos en las paredes, y al fondo de este estaba por fin la otra entrada a la mansión.

Emocionada le dije:

- Mira Javier, este corredor es enorme y sale justo a la Av.Universidad (una gran avenida que esta cerca de mí casa).

- Aquí puedo dar mis cursos cabrían muchísimas personas.

Pero el dijo:

- Se te ha dado una enorme mansión porque la llenaras, no solo el corredor, sino cada cuarto, cada habitación y hasta el gran salón

Yo sonreí emocionada:

- No entiendo,¿cómo es que no me había venido a vivir antes aquí?

Y el contesto:

- Todos hacen lo mismo, viven en cuerpos reducidos y limitados, teniendo una gran mansión dentro.

Ahí desperté……..

Entendí tanto todo, que cuando Charly (N.R. : el angel de la guarda de Bertha) me pregunto,¿ entendiste? , me puse a explicarle:

La paloma es el espíritu divino
La mansión es mi alma, antes estaba en oscuridad, y ahora esta llena de luz
La señora regañona es mi mente, pues siempre la callo para poder meditar.
La niña down es algo que aun no he sanado…(pero lo haré)
Javier es la vida
Los espejos son el reflejo de mi misma.

Bertha Alicia
bamcbamc777@hotmail.com

(*) Bertha Alicia Medina, Tampico, Mèxico, desde niña ha tenido y tiene la maravillosa experiencia de comunicarse de "tu y voz" con su angel guardiàn, el cual se llama Charly.

Su labor principal es enseñar, a quien se lo pida a travès de internet, còmo establecer esa comunicaciòn.

Si desean conocer mas sobre ella, puedan abrir este link de nuestro propio blog:

http://ahora-hurroca.blogspot.com/2007/07/para-aprender-conectarnos-con-nuestro.html

Espaldas mojadas_Cantan:Tam Tam Go!



He dejado mi casa, me persiguen
y no sé qué me pasa
sin pasaporte y sin visa voy,
navego contra la corriente y la brisa
y si llego a la ribera,
tendré la espalda mojada y la estera,
tú serás mi refugio,
qué larga y triste que es esta quimera.

Espérame, la vida fue muy dura allí,
al otro "lao",
que llegaré, no pienses que te he olvidado,
no, desesperes no.

Voy cruzando el rio, sabes que te quiero
no hay mucho dinero, lo he pasado mal.
Y si me alcanza el acero,
recuérdame cómo he sido en la lucha
que he sido bravo y sincero
por favor, quédate tú con mi sombrero,
la vida fue muy dura allí.

Espérame, la vida fue muy dura allí, al otro "lao"
que llegaré, no pienses que te he olvidado,
no, desesperes no.

Voy cruzando el rio, sabes que te quiero
no hay mucho dinero, lo he pasado mal.
Si algo me pasa,
no olvides mi estrella no es de este mundo de vivos,
pero la causa, te digo, existe siempre dónde hay un amigo.

Voy cruzando el rio, sabes que te quiero
no hay mucho dinero, lo he pasado mal.
Tú me quieres, yo te quiero,
tú me quieres, yo te quiero.
No hay dinero.

Flor Crisóstomo en Chicago: La zapoteca que desafía al imperio / La Jornada / Mèxico

Si los pobres de los paises "forzadamente" pobres del mundo, tuviesen la oportunidad de poder trabajar para cubrir sus necesidades en sus propios paises, no necesitarian desplazarse a los paises ricos.

Pero no basta tener que desarraigarse, arrancarse a la fuerza de su tierra, sus costumbres y especialmente de sus familias, no. En los paises donde van a trabajar, especialmente en los Estados Unidos de Norteamèrica, cada dìa son mas perseguidos y vejados por el solo hecho de querer trabajar, aun con sus derechos disminuidos y con salarios de abuso, no los dejan y son perseguidos como delincuentes.

Esta es la historia y el heroismo de uno de ellos (Jesùs Hubert)

Gloria Muñoz Ramírez, Chicago, Illinois. Flor Crisóstomo, zapoteca de 29 años de edad, llegó a trabajar a Estados Unidos hace 8 años. Su testimonio es la historia colectiva de más de 12 millones de trabajadores indocumentados en este país, muchos de origen indígena y campesino. El 19 de abril del 2006, agentes de inmigración irrumpieron violentamente en la compañía Ifco System, en la que trabajó Flor reciclando madera durante más de 5 años. Fue la primera redada masiva en este país, y en ella arrestaron simultáneamente a 1 200 trabajadores de 16 sucursales de la misma compañía.

Flor apeló legalmente la deportación sin ningún resultado. El 28 de enero del 2008 el gobierno de Estados Unidos le ordenó salir inmediatamente del país. Ese mismo día ella decidió permanecer en resistencia mediante un acto de de­so­­bediencia civil. “Tomé esta decisión para que el gobierno arregle las leyes descompuestas y acabe con el sistema inhumano de mano de obra indocumentada y de explotación”.

En una pequeña habitación de una iglesia metodista que accedió a prestarle refugio en calidad de santuario, Flor permanece las 24 horas del día desde hace tres meses, lo que no le impide participar y, desde ahí, organizarse y gritar su indignación. Pertenece a la organización Pueblos sin Fronteras, al igual que Elvira Arellano, quien luego de ser deportada continúa luchando desde México por los derechos de los trabajadores indocumentados.

Flor es prófuga de la justicia. La pueden deportar por la fuerza en cualquier momento, e incluso encerrarla en una prisión hasta por diez años, por desobedecer una orden federal; sin embargo, no está escondida ni vive en la clandestinidad. Su refugio es público en la avenida División, al norte de Chicago. Desde aquí responde llamadas a su celular, correos electrónicos, recibe a la prensa y a compañeros de lucha. Desde aquí organiza la campaña América abre tus ojos (alto a las redadas, deportaciones y despidos por el “no-match” y a las separaciones de familias), y se organiza también para la marcha del primero de mayo.

Su historia, producto del tlc. Madre de tres hijos a los que no ve desde hace ocho años, cuando tuvo que cruzar la frontera en busca de trabajo, Flor aclara: “Desde que llegué a Estados Unidos, en el año 2000, siempre he mantenido una posición correcta, nunca he robado, nunca he pedido ayuda al gobierno, he trabajado, pagado mis impuestos, he respetado las leyes… nunca fue un sueño llegar a los eu”.

“Era el inicio de julio de 2000 cuando tuve la necesidad de pedirle a mi madre el apoyo de cuidarme a mis hijos para poder desplazarme a los Estados Unidos y poder enviarles un poco de dinero. Mi madre tenía un pequeño negocio al borde de la carretera federal México-Acapulco, pero a partir de la creación de más de 4 mil kilómetros de carretera que implementó en 1997 el presidente Carlos Salinas de Gortari, cientos de negocios se vinieron abajo y ya no tuvimos la oportunidad de salir adelante. Por eso muchísimos de noso­tros nos vimos obligados a venir a los Estados Unidos…”

Flor distingue entre la palabra migración, “que es el estado natural de todo ser humano, porque todos caminamos por el mundo”, y desplazamiento forzado. “Desafortunadamente yo tuve que tomar la segunda opción. Es muy difícil todo, desde el momento en que atraviesas la frontera sin documentos, buscando el sustento para tu familia, te encuentras con esa xenofobia contra nosotros los mexicanos, los latinos, y sobre todo contra los indígenas. Nos vemos perseguidos, criminalizados, aunque la mayoría mostramos buena conducta, pero el gobierno no nos acepta por el color de nuestra piel, por el tipo de cultura que tenemos… es muy difícil ser una persona perseguida, acosada, señalada con el dedo, cuando tú sólo vienes a buscar lo que se te arrebató descaradamente hace 14 años a través de la creación de las políticas comerciales como el tlcan, que dañó tanto a México y que nos obligó a millones de personas a desplazarnos para buscar el sustento para nuestros hijos”.

La redada contra los trabajadores de Ifco System le cambió la vida. La mayor parte de los 1 200 trabajadores detenidos fueron deportados, permaneciendo únicamente los 26 trabajadores de Chicago. “Desde entonces empecé a tomar conciencia y a emprender una lucha para apoyar al pueblo indocumentado. Desafortunadamente el día 4 de diciembre del 2006 un juez federal de inmigración mandó una carta a mi abogado diciendo que yo tenía que salir voluntariamente del país el 28 de enero, y que si yo no me presentaba al servicio de inmigración con una maleta de 40 libras y mi boleto de avión, iba a quedar como una prófuga. Era muy difícil dejar esta lucha a medias. Ahora soy una prófuga, según las leyes rotas de los Estados Unidos, pero no me importa, mientras pueda seguir mandando el mensaje a través de la campaña América abre tus ojos”.

La campaña está dirigida a educar (concientizar) al pueblo norteamericano. “Somos perseguidos y existe una gran xenofobia porque ellos están viendo que estamos creciendo numéricamente. Es importante que entiendan por qué existimos más de 12 millones de indocumentados en este país. De estos millones, más de la mitad somos mexicanos. Y no es porque venimos a buscar el sueño americano. Existimos millones de indígenas y campesinos que nos han obligado a desplazarnos. El pueblo norteamericano tiene que conocer la situación que trajo el Tratado de Libre Comercio, que su gobierno creó y que dañó la economía de los campos en México, que dañó la subsistencia de los indígenas, individuos y pequeños negocios en México. Siendo nosotros los principales consumidores de maíz, no podemos siquiera producir nuestro propio maíz, nos vemos obligados a comprarlo a Estados Unidos y a Canadá, y eso no es justo, pues nosotros tenemos tierra. Hay algo turbio en el tlc que dañó tanto y seguirá dañando, y si el pueblo de Estados Unidos no actúa frente a estas políticas, van a seguir entrando millones de latinoamericanos a este país”.

Originaria de Ocotlán de Morelos, Oaxaca, Flor imagina su futuro en México “con mis hijos, trabajando igual, y concentrándome mucho más en nuestros pueblos indígenas. Presionando al gobierno de México para que tome una posición fuerte frente a la migración y para que tome responsabilidad de lo que él mismo crea… Que el gobierno cree trabajos, subsidios al campo, para no tener que salir de México”.

También se interesa en la autonomía de los pueblos zapatistas de Chiapas, que se organizan sin el gobierno y crean sus propias escuelas y clínicas. “Son una inspiración y una esperanza”, concluye .

Tomado de la OJARASCA del mes de Abril, 2008, suplemento del diario La Jornada de Mèxico