miércoles, septiembre 08, 2010

El dios de Stephen Hawking o la ingenuidad de un científico



El "dios" del astrofisico Stephen Hawking


Con todo el respeto que un super-hombre(*), como Stephen Hawking, nos merece, nos atrevemos a comentar sus recientes declaraciones.

Como ayer Darwin con su teoría de la evolución, hoy, Stephen Hawking intenta descartar a Dios como creador del universo. Intenta, decimos, porque sentimos que con toda su aparato científico complejísimo, solo puede negar la presencia del viejito todopoderoso de las barbas blancas que en nuestra imaginación se sentaba en un cojín de nubes.

Fácilmente con sus declaraciones lo que hace el genio es borrar de la pizarra mental de la humanidad una caricatura de Dios. Y está bien que sea así.

Hasta ahora la mayoría de los terrícolas hemos vivido como el rebaño resignado o asustado, según como cada uno lo tome, de un ser mítico muy por encima de nuestras dimensiones realmente ridículas frente a su omnipotencia, voluntad…y capricho.

Esta bien, Stephen que hayas pasado tu “mota” astrofísica sobre ese ser peligroso e inestable que amenaza permanentemente la tranquilidad de tus congéneres. Muy bien.

Hay que desbrozar el campo antes de poder sembrar, eso es lo que has hecho.

Hasta ahora hemos vivido renunciando a nosotros, a nuestros sueños, a nuestros pequeños y grandes placeres o satisfacciones, para no enojar al gran titiritero.

“Desde este valle de lagrimas”, al fin parece que nuestras suplicas han sido escuchadas. Y ha llegado el momento de que el hombre se ponga de pie y recupere su verdadera estatura.

Así es. Hemos vivido renunciando a nuestras capacidades y a nuestro real poder (y entender) para halagar, temblorosos, a un ser exterior y muy por encima de nosotros.

No es casualidad que ese dios se represente aun, algunas veces de oro y muchas otras de yeso. De oro, que se derrite y de yeso, que se hace añicos. Como ahora, gracias a Stephen.

Nada surge de la nada. Nosotros hemos nacido de lo que existe. Esa es nuestra naturaleza original, nuestra esencia. Y en base a eso debemos reentender quienes somos.

Todo y todos hemos seguido el mismo proceso de gestación, formación y desarrollo.

Nada ni nadie es más ni menos que el otro, o lo otro. En realidad solo somos complementarios y unos, de otros, necesarios. Esa es una visión de unidad, no de separación, fragmentación y debilidad.

No somos los reyes de la creación, solo somos parte integrante de ella y nuestra relación con el universo es horizontal y entre iguales.

Todo el error que sufrimos y que nos ha hecho doblar nuestra cerviz durante siglos, ha sido esa visión de separación. Por alguna “razón” siempre había alguien que justificaba su superioridad para dominar al otro: Raza, color, tamaño físico y hasta…jajaja…co-no ci-miento…, en realidad, solo prestidigitación y apariencia.

Desde el momento que el ser humano estableció una separación, una diferencia con su creador, cayó. Ese si fue su “pecado original”. Haber olvidado que no hay naturaleza esencial distinta, menos superior o inferior, entre nada, ni nadie.

“Amaras al Señor tu Dios con todas las fuerzas de tu corazón”. Por encima de todo. Entenderlo así, como una subordinación a otro distinto a uno mismo, esa fue la caída.

Amar a otro, no. Amar a nuestra esencia, si. Amar a Dios es reconocer que todo lo que existe tiene una esencia común con nosotros y amar esa esencia es amar esa unidad esencial que tenemos con todos.

“Ama a tu prójimo, como a ti mismo”. Tampoco es amar a otro. Amando al “otro” estamos amando a otra partecita de ese todo del que formamos parte, nada más, pero tampoco, nada menos.

¿Pecado? Claro, como lo entendía el apóstol Pedro: Como separación. Todo lo que nos separa es pecado. Pero no como culpa, sino como experiencia conciente.

Gracias, Stephen, por limpiar el camino. Tu propio testimonio de victoria sobre la invalidez es una expresión de tu divinidad, de la divinidad total de la cual también tú formas parte, junto a nosotros, porque tú …yo …él ...todos y todo, somos Dios. (Jesús Hubert)

(*)Super-hombre porque Stephen Hawking ha podido hacer de su limitación parapléjica,solo una carencia menor, para manifestar el vuelo de su mente y su reflexión. Stephen Hawking se vale tan solo del movimiento de sus párpados para accionar un mecanismo computarizado que le permite comunicarse.

“¿Yo, Señor? No, Señor, Él la tiene…”: El informe de British Petroleum sobre las responsabilidades en el derrame de petróleo en el Golfo / Agencia EFE




Cinismo. Ese sería el calificativo para el informe técnico de British Petroleum sobre los 87 días durante los cuales se derramaron unos cinco millones de barriles de petróleo crudo en las aguas del Golfo.

A eso le llaman fríamente riesgos empresariales. Y la preocupación de BP es los puntos perdidos en las calificadoras especializadas y su perfomance en la bolsa. Eso se colige de la nota periodística de la agencia española Efe que reproducimos y que da cuenta del juego del gran bonetón que ensaya la petrolera inglesa en su informe.

Ya es tiempo que quienes no estamos comprometidos con la rentabilidad de las transnacionales, hagamos nuestro propio informe de daños y perjuicios al planeta y a la humanidad. Para que vayamos evaluando seriamente cambiar los objetivos de desarrollo de nuestras economías.

Economías nacionales cándidamente llamadas “emergentes” y que debemos defender, con un control y reducción, a su mínima expresión, las labores depredadoras de las empresas extractoras de minerales y combustibles.

¿Haciendo un balance comparativo entre costo y beneficio, no será mejor, dedicar la porción de naturaleza que nos toca del planeta para cultivar y alimentar a nuestra población y no seguir parametrados con la obsesión suicida de seguir atrayendo nuevas inversiones pasajeras, que más que beneficios, nos van dejando solo tierra arrasada y pueblos desplazados y miserables?

Pensémoslo, seriamente, nosotros, porque a las demás BPs, tampoco les interesa (Jesús Hubert)


BP declara la "responsabilidad compartida" del desastre del Golfo de México

Washington, 8 sep (EFE).- BP publicó hoy los esperados resultados de la investigación de la explosión de una plataforma petrolera en el Golfo de México en la que murieron 11 personas, y que fue causada no por un error, sino por una confluencia de fallos cometidos por esta compañía y por otras empresas.

El informe sobre el mayor vertido de la historia de EE.UU., de 190 páginas, es el resultado de cuatro meses de auditorías internas por parte de medio centenar de expertos en seguridad y operaciones de BP.

En sus conclusiones principales, señala la responsabilidad de la propia BP, que operaba la plataforma, pero también de la propietaria de la estructura, Transocean, y de la firma constructora del pozo, Halliburton.

En cuanto al diseño mismo del pozo, el informe de BP dice que no es probable que haya contribuido al desastre, aunque en el momento del accidente la estructura funcionó de manera diferente a la planificada.

Ello se debió, según dice, al tipo de cemento utilizado en su construcción, que no era el adecuado, y al mal funcionamiento del dispositivo que debía contener la salida de petróleo y gas.

En sus conclusiones, el informe de BP afirma que la responsabilidad por el accidente que destruyó la plataforma Deepwater Horizon, valorada en 365 millones de dólares, corresponde a "múltiples compañías y equipos de trabajo".

Tras la explosión, durante 87 días se derramaron unos cinco millones de (N.R. de barriles) petróleo crudo en las aguas del Golfo.

Simultáneamente a la divulgación del informe por la empresa, que es la mayor extractora de petróleo y gas en el área estadounidense del Golfo, la firma calificadora de crédito Fitch Ratings subió tres grados la calificación de crédito de BP de "BBB" a "A".

Fitch sostuvo que, desde que terminó la amenaza de las filtraciones de crudo del pozo "Macondo", a 1.500 metros de profundidad en el golfo de México, ha mejorado la perspectiva de BP.

"El informe de la investigación proporciona nueva información importante acerca de las causas de este accidente terrible", sostuvo en una declaración distribuida por BP el que fue el ejecutivo principal, Tony Hayward, quien abandonará el cargo el 1 de octubre.

Transocean perforó el pozo de 140 millones de dólares bajo supervisión de BP. Halliburton tenía a su cargo el trabajo de revestimiento del pozo en torno a la tubería de extracción de hidrocarburos.

El informe de hoy exculpa al diseño del pozo, pero dice que la selladura de cemento inyectada por Halliburton probablemente falló y eso permitió que el gas del yacimiento penetrara en el pozo.

"Sobre la base del informe parecería improbable que el diseño del pozo haya contribuido al incidente", dijo Hayward.

El pozo "Macondo" estaba diseñado para que el gas fluyera por los lados del tubo, es decir, de manera separada al petróleo, pero no ocurrió así.
Los investigadores de BP determinaron que en los minutos previos al accidente el gas fluyó adentro del revestimiento metálico, y no por los lados, lo que favoreció el desastre.

De hecho, la auditoría revela que los trabajadores en la plataforma, tanto de BP como de Transocean, interpretaron erróneamente los datos que estaban recibiendo en los 40 minutos previos al estallido, cuando aún estaban a tiempo de cortar el flujo del pozo.

"Es evidente que una serie de acontecimientos complejos, más que un error o fallo únicos, condujo a esta tragedia", agregó Hayward, quien subrayó que "en esto estuvieron involucradas varias partes incluidos BP, Halliburton y Transocean".

Tras la explosión, debería haberse activado el "sistema de prevención de derrames (BOP, por su sigla en inglés), pero este artefacto también falló, lo que permitió durante meses el vertido incontrolado de crudo al mar.

Según el informe, el BOP "falló al ponerse en funcionamiento, probablemente porque tenía dañados algunos de sus componentes".

Precisamente, el BOP fue extraído del pozo el pasado viernes, y se ha puesto en manos de las autoridades de EE.UU. que investigan qué ocurrió en el accidente del 20 de abril.

Tomado de yahoo-noticias del 08/09/2010