domingo, febrero 19, 2012

Febrero 2012: Un sacudón para seguir ascendiendo - Polaris canalizado por Talyaa Liera




Ya estamos terminando febrero y es posible que a algunos les parezca que llega un poco tarde este mensaje, pero a otros, como a mi mismo, nos sirva como balance y explicación de lo que estamos sintiendo y experimentando en estos días.

Polaris, según lo que refieren en su página en inglés : http://www.polarisrising.com , es una entidad múltiple que tiene como tarea enseñarnos a desarrollar conciencia de unidad y prepararnos para asumir el proceso de ascensión. Su mensaje sobre febrero es interesante y util, compruébenlo por ustedes mismo. (Jesús Hubert)

Si estás empezando este mes en un estado de desesperación, no eres el único. Muchos están recorriendo este camino contigo. No sólo el camino dará un giro en un futuro no muy lejano – un camino hacia tu destino elegido en esta vida – sino que el viaje que estás emprendiendo revelará un apoyo mucho mayor de lo que te has dado cuenta hasta ahora.
  • No estás solo.
  • Tienes ayuda.
  • Estás en camino a tu destino de vida elegido – tu destino sagrado.
¿Qué podría ser mejor que todo eso?

Sí, pero las cosas no se ven muy bien desde aquí, podrías decir. Eso es cierto. Este mes, entonces, subes un poco más. Asciendes a nuevas alturas. ¿Por qué? Porque las cosas se ven diferentes desde allá arriba.


Imagínate que estás trepando a un árbol muy grande, una de esas secuoyas muy altas que se encuentran al noroeste de los EE.UU. ¿Puedes ver el árbol? Tiene un tronco ancho, tan ancho que no puedes rodearlo con tus brazos. Cuatro de ustedes parados en círculo en la base de este árbol con los brazos extendidos y tocándose los dedos, no podrían rodear este árbol. Éste es ese tipo de árbol. Tan alto. Y parado en su base, lo único que ves es la corteza. Miras hacia arriba a las ramas y sólo ves… ramas. Ni siquiera puedes ver el cielo. Este árbol es tan grande, tan ancho y tan alto, que lo único que ves es corteza y ramas. ¿Entonces qué haces? Comienzas a trepar. Amarras a tus zapatos unos buenos clavos, como los hombres que se suben a los postes telefónicos, y te vas para arriba. Al ir subiendo, empiezas a notar cosas. Como cómo se ve el suelo alejándose de ti. ¿Ves eso? Y ahora estás arriba en medio de las ramas y no mirándolas desde el suelo. Hay criaturas que viven aquí: pájaros y ardillas. Sigues trepando, arriba, arriba. Ahora escuchas a los pájaros. Las ardillas se ponen a chillar, preguntándose si eres un ladrón de nueces. Sigues trepando. Está empezando a hacer mucho viento ahora. El aire huele diferente. Abajo en el suelo olía a hojas de pino y arcilla. Ahora percibes un olorcillo distante a leña quemada, savia de pino y lluvia. Sigues subiendo. Las ramas son más pequeñas ahora, y más flexibles. Vislumbras el cielo entre las ramas. El viento aumenta. Hay más luz. Y entonces dejas de subir. Ya estás allí.

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