domingo, junio 29, 2014

Necesitamos crear un nuevo tipo de civilización que no siga destruyendo al planeta y a la humanidad_ Discurso de José Mujica, Presidente de Uruguay, en la reunión del G77+China

 
 
José Mujica: Hay que cambiar los patrones de desarrollo...


Qué difícil es saber reconocer una manera de ser, de pensar y de vivir, como un afluente del mar de sabiduría de la humanidad y no individualizarlo como el mérito aislado de un solo hombre. Cuando en realidad son las “franjas” de tipos de pensamiento y de conducta los que cuentan y los que suman ...o restan. Porque lo que construye no es el culto a las grandes personajes, sino el crecimiento de esas franjas tipo, con más y nuevos hombres y mujeres, que vayan haciendo suyo un camino.

De eso se trata, cuando alguien como José Mujica, Presidente de Uruguay, habla en la reciente reunión del Grupo del Grupo de los 77+China, saliéndose de los patrones de la conformidad y el seguidismo, para contradecir, desde una razón superior, un tipo de civilización que está llevando a la humanidad a su propia destrucción. Y ese tipo de discurso es posible en alguien como Mujica, que nunca dejo de entregar su vida, como testimonio vivo de lo que debe ser un hombre nuevo para construir un mundo nuevo. Escuchémoslo  (Jesús Hubert). 






Discurso del Presidente José Mujica, de la República Oriental del Uruguay, en la Cumbre del G77+China. 15 de Junio del 2014:


Gracias, querido Hermano Evo... Lo primero, agradecer a Santa Cruz, a su Pueblo, a ti; a Bolivia, por el calor y la oportunidad que nos brinda. Lo segundo, saludar con mucha Memoria, a lo largo de largas décadas, a tod@s l@s Amig@s que están aquí representando pedazos grandes o chicos de la Civilización de nuestra Humanidad.

En realidad, nos toca vivir una Época donde el Desarrollo Industrial ha creado una Civilización paradojal y nos regala 40 años de vida más en los últimos 100 y pocos años en términos promedio, y eso hay que saludarlo y analizarlo. Pero al mismo tiempo, y por eso digo paradojal, los 50 años de Vida de este conjunto humano representativo de las Sociedades subdesarrolladas del Mundo, ha visto pasar muchas cosas... Ha visto la construcción de formidables utopías por un Mundo Mejor. Ha visto descubrimientos formidables. Ha visto crisis formidables. Ha contemplado injuriosas guerras provocadas, y ha tenido que contemplar una explosión de la codicia como no ha conocido la Historia de la Humanidad nunca.

Por eso es un Tiempo paradojal, porque nunca la Humanidad ha tenido tantos medios, nunca los hombres tuvieron tantas herramientas, y sin embargo nunca los hombres han tenido tanto peligro de socavar la propia Vida del Planeta, por su codicia, por su irresponsabilidad.

Porque no me voy a detener acá, lo que menos sobra es tiempo, se han dicho muchísimas cosas que comparto, pero más que nada quiero sumar también una forma de pensar. Tod@s conocemos la prepotencia financiera, el Neocolonialismo, las Políticas de agresión más o menos encubiertas. Tod@s conocemos el saqueo que significan desventajas en los Mecanismos de Intercambio, la existencia de un pa-drón monetario imposible de definir. Tod@s conocemos eso.

Pero por encima del poder de los Ejércitos, de la ventaja tecnológica, por encima de todo ello se ha generado una Cultura subliminal que camina a paso raudo por todo el Planeta y que tiende a colonizar nuestros corazones y nuestra mente, mucho más peligroso que el poder material y el conjunto de Valores que dimanen en una Vida.

Porque es obvio que este Grupo Humano lucha por el Desarrollo, ¿pero cuál es el Desarrollo que anhelamos? ¿El mismo que ha creado Occidente industrial, u otro Desarrollo? ¿Son los mismos Valores? ¿Es la misma Cultura? Porque si es lo mismo el zorro va adentro de nosotros y la trampa está tendida, porque nuestras formas de Vida apenas mejoramos tienden a copiar las formas de Vida que ha generado ese Occidente Industrial... Nuestros hoteles son iguales, nuestros autos son iguales, nuestra opulencia aparentemente es igual en Sociedades que tienen otras necesidades.

Es que esta Civilización tiende una trampa que considera que el reconocimiento, el honor tiene que estar vestido de una cantidad de derroches materiales que en definitiva nos terminan separando de la Esencia de nuestros Pueblos; porque las Repúblicas vinieron al Mundo para decir que los hombres somos iguales, y fundamentalmente iguales a la mayoría, en su forma de ser y en su forma de vivir.
Esa Cultura la tenemos impuesta en casa, la tenemos impuesta en cada uno de nuestros hogares, en todos los Medios de Comunicación, y eso es más peligroso, ¡mu-chísimo más peligroso que la fuerza material! Porque en definitiva, tendemos a reproducir nuestra forma de vivir en la forma que terminamos pensando.

He visto hombres universitarios en masa de una enorme calificación, calificación posible por el esfuerzo tributario que han hecho los Pueblos, y los he visto cerrarse a la banda, a sus intereses materiales en problemas de Salud en una forma inconmensurable, razonando como mercaderes frente a la Salud Humana, y eso está en todas nuestras Sociedades.

Me quedé pensando mucho, Hermano Evo, en tu forma de discurso y de decir, que traes algo ancestral de los Pueblos Indígenas... Pero lo ancestral es lo Eterno, el Amor a la Vida que no puede estar separado de la sobriedad de vivir, de la sencillez; de la Fraternidad, de la Solidaridad elemental. Pero si me educo y nos formamos en una Cultura, en la Cultura del despilfarro innecesario para que el Capitalismo siga acumulando, porque si no mete una cultura de despilfarro pierde la fuente esencial de la acumulación... Si seguimos en esa trampa es posible que logremos Desarrollo Material, pero no lograremos Desarrollo Humano.

Otra Humanidad es posible a partir de otros Valores, y con otros Valores. Este enfrentamiento va mucho más allá de la fuerza material, ¿por qué? Porque tenemos más de 50 años de balconear la Historia. Hemos visto construir hermosas utopías, los mejores Sueños, y hemos visto que el peso sordo de la mercadería en las Aduanas termina destrozando los mejores Sueños de Solidaridad que los hombres pudimos construir.

Y tenemos que darnos cuenta que hay un frente... el frente cultural que no alcanza con todos los frentes materiales si la batalla no se da en el terreno de la Cultura, y en el terreno de la Cultura hay que sembrar ejemplo, y los ejemplos deben de corresponder fundamentalmente a los hombres que gobiernan. No se está en los Gobiernos de nuestras Repúblicas para hacer plata, o consumir plata, o para acumular riquezas... ¡se está para luchar, sencillamente en el sentido más profundo de conmover las mejores fuerzas de nuestros Pueblos!

Pero, porque esto es tramposo, nos tienden la mesa, nos invitan a co-participar con un Espíritu espléndido y abierto. Y somos buenos, y somos hasta potables, y hasta nuestras rebeldías pueden servir para decorar el Museo de las buenas intenciones.

Yo vi el mundo de los hippies, casi revolucionarios... harapientos, mugrientos, felices; ¡llenos de Amor tocando su música! En poco tiempo se transformaron en unas revistas capitalistas que se vendían en masa, hubo gente que se dedicó a estropear pantalones porque había que tener pinta de hippie. Se transformó en una moda y se transformó en un estupendo negocio, como se ha transformado tanta cosa. Entonces, me parece que hay dejar un capítulo para la lucha cultural que está mucho más cerca de los Pueblos Indígenas que de los Pueblos Contemporáneos.

Si hay una reserva de la Humanidad está en lo más hondo de la Historia, porque el hombre por necesidad biológica es un bicho fraternal en el sentido de que precisa de la Familia para poder enfrentar las dificultades del Mundo. Y cuando digo la Familia me refiero a la Familia en el sentido gentilicio, en el sentido tribal.

El hombre en soledad no puede vivir. Esa Fraternidad se perdió a lo largo de la Historia en la medida que fuimos construyendo Civilización y recortamos al individuo. No es que el individuo no tenga importancia... ¡nada hay más importante que la Vida!

No me sobra el tiempo, y sé que estoy diciendo cosas muy polémicas; pero yo invito a pensar, porque esta causa es muy vieja, esto arrancó en una coyuntura del Mundo con una división de Oriente y Occidente, y cosas que pasaban en este Mundo... Vimos desaparecer a Tito, a Nasser, a Neru. Vimos sucumbir a la Unión Soviética. Vimos el largo cerco que le hicieron a Cuba Revolucionaria.

Vimos miles Esperanzas levantadas, y aquí estamos amontonando canas, callos y dolores, pero tenemos que trasmitirles a las generaciones que van a venir, que esta pelea es mucho más profunda que una cuestión de Desarrollo. Porque no es el Desarrollo de ellos, es un cambio civilizatorio, no podemos renunciar ni a la Ciencia, ni a la Tecnología, ni al deseo ni a la necesidad de que nuestros Pueblos vivan mucho mejor. Eso es obvio, pero no podemos seguir dándole “manija” a la Civilización del despilfarro cuando se está agrediendo nada más y nada menos que la Vida del Planeta.

Por eso, creo que la Batalla Cultural en el seno de las discusiones de nuestras Juventudes Universitarias, nuestra forma de vivir, todo hay que ponerlo arriba de la mesa, como lo hacían las viejas religiones... La Religión de la Vida, la de nuestro tiempo que se siente hackeada. Y sé que esto no es simple, es más fácil cambiar relaciones de propiedad que cambiar relaciones culturales, pero si no cambia la Cultura, ¡no cambia nada! Gracias.

 

¿Hacia dónde vamos en el Perú?_ Escribe Claudia Cisneros, Diario La República




Bolivia lidera el crecimiento de América Latina...¿por qué?
En nuestra vida personal, como en la vida de los pueblos, lo material no es el aspecto más importante y fundamental.

De manera clara y valiente, la periodista Claudia Cisneros, pone las puntos sobre las ies acerca de las políticas de estado en el Perú de hoy.

No debemos dejar de leerla, para reconocer dónde deben estar las prioridades para construir la sociedad que queremos. Y de yapa, valiosísimo, tampoco dejen de ver "La Espera", el documental sobre el Baguazo, al que hace alusión la periodista Cisneros. Lo reproducimos al final del artículo(Jesús Hubert).

Del Baguazo al Paquetazo: Síntomas de un desarrollo fallido

La supervivencia de nuestros hijos, la vivencia cultural, nuestra identidad como pueblo permanece en esa tierra... Y esa tierra es la que hay que desarrollar. Llegar a acuerdos con el gobierno sin pelear. Nosotros buscamos el desarrollo, no que nos impongan. Si hay que morir (defendiéndola), moriremos. El dinero se acaba pero la tierra sigue. El petróleo se acaba pero la tierra sigue.

Así explica el Apu Santiago Manuin en el documental La Espera sobre la masacre del Baguazo,su relación existencial con la tierra y la falta de entendimiento con otros estamentos de la sociedad.

En el fondo de la tragedia, más allá de los crímenes materiales, está una voluntario y perverso desprecio del poderoso hacia el diferente, junto con un obsceno abuso de su debilidad política y representación social en los fueros del poder. Cuando un gobierno se torna tirano, ha trastocado prioridades respondiendo a otros intereses, en este caso económicos, antes que a la vida. No es casualidad que en el discurso ante las FFAA a pocos días del Baguazo, Alan García preguntara de forma retórica: ¿qué es lo más importante para un país? solo para responderse a si mismo y a quienes (se) rinde cuenta: el desarrollo. No dijo la gente, no dijo la vida de la gente o la vida buena de la gente, sino el desarrollo, así, en abstracto, por no decir en numérico.

Y ese concepto de desarrollo es la muy peligrosa idea que se viene inoculando en todo ámbito y capas sociales. La que nos vende Castilla y su ahora subordinado presidente; con la que nos bombardean los medios, la propaganda, los analistas del sistema. Como si el espanto de los 80s con sus carencias, caos social y político, derrumbe económico y moral de la nación justificara el atropello que acometen en nombre de las buenas cifras macroeconómicas; como si debiésemos permitirles asustarnos con los decimales de la desaceleración, del crecimiento, porque es lo bueno, es lo estable, es lo deseable.

Como si eso fuese todo lo bueno, deseable y estable que importa, o si quiera lo que más importa. Y estoy segura que nadie quiere volver a vivir miserias como nos las hicieron vivir el APRA y el terrorismo. Pero algo mucho está fallando si en esta sociedad, hoy aletargada por la bonanza, no distinguimos la relatividad y limitaciones de la economía y somos capaces de asumirla como por encima de la paz social.

Algo muy malo está pasando- y a punto de no tener vuelta atrás -en este gobierno, si bajo la coartada de la desaceleración se mete de contrabando, no solo una serie de decretos que lesionarán el medioambiente, sino que arremeten directamente contra una institución de fiscalización y equilibrio que de manera indirecta y a veces directa, evita conflictos sociales, devuelve confianza del ciudadano al Estado- antes siempre parcializado con las empresas- y sobre todo, devuelve esperanza en que un gobierno funciona para servir a la gente, para servir en el sentido de ser útil, como en el sentido de trabajar por ellos y para ellos. Porque el ciudadano debe ser la prioridad de un Estado, de hecho para eso nació, para ordenarlo y procurar su vida buena. Aunque los políticos hayan pervertido ese origen tantas veces y durante tanto tiempo que ya casi suena ingenuo, vacío, absurdo decirlo.

La vida y la historia se encargarán de juzgar a un hombre que fue bueno, como Manuel Pulgar Vidal, que fue consecuente, que siempre estuvo del lado de los sin voz pero que erotizado por el poder ha olvidado su nombre y apellido, y ha convertido sus otroras principios en fines. De Castilla solo se puede decir que siempre fue como un lobo agazapado, mostrando cada vez con más lujuria y poder sus colmillos bañados en oro. Y de Ollanta, la incógnita de si está asustado y secuestrado por los fundamentalistas de la cifras (mascarón de proa de los empresarios que desprecian todo lo que no sea lo suyo), o de si como la mayoría de los encumbrados en el poder, lo terminan usando, principalmente, para resolver sus urgencias biográficas.
http://www.larepublica.pe/columnistas/de-centro-radical/del-baguazo-al-paquetazo-sintomas-de-un-desarrollo-fallido-29-06-2014
"La Espera" - Historias del Baguazo