sábado, julio 25, 2015

....Van ocho años y seguimos con "La Vida es...¡AHORA!"

 



Como hoy, un 25 de Julio del año 2007, empezó este blog. Cumplimos ocho años compartiendo contenidos que, desde nuestro punto de vista, pueden ayudarnos a recuperar o conquistar, según como se vea, nuestra condición de seres pensantes y conscientes.

Porque vivimos pisando una cascara, o tal vez una costra, de aparente racionalidad.  Siguen las guerras interminables (Medio Oriente, Africa) y cada vez más crueles (drones) (migraciones masivas), el aplastamiento de los pueblos por el poder de los bancos (Grecia), que digitan gobiernos e imponen condiciones de sojuzgamiento, justificados por sus propios medios de comunicación.

La tierra sufre, el pueblo también, pero adormecido con la anestesia del consumo y de la tecnología (smartphones-internet).

El último reducto del hombre formado y educado para la solidaridad, empieza a ser integrado al sistema. Cuba  ha sido primero neutralizada, ablandada por hambre, con el bloqueo económico. Ahora viene el zarpazo final.

China es el estado capitalista más moderno y poderoso del mundo. El sueño de todo plutócrata. Tener un pueblo controlado verticalmente, disciplinado, sin poder chistar. El gigante “socialista” es el mayor fabricante de las transnacionales capitalistas. Y ya se oye hablar de millonarios chinos… ¿de dónde salieron?

A diferencia de los años 70, en que un cambio revolucionario parecía a la vuelta de la esquina, hoy el cambio real se ve lejos. No porque no sea necesario, y si no, escuchen, vean y lean los discursos del Papa Francisco en Bolivia(la ecología integral). ¿Cuánto tiempo le quedará al Papa para seguir hablando así…?

Lo que ocurre es que el dominio de las mayorías es mental, ideológico. Nadie concibe una vida sin consumir más, sin competir. La gran motivación de la vida es poder comprar más, tener más. No importa lo que pase con el vecino y menos con el país y qué decir con lo que ocurra en el mundo. Con esa mezquina visión del “sálvese quien pueda” se “salvan“ muy pocos. Y el lobo se sigue comiendo a todos, uno por uno.

En el Perú, los movimientos sociales han superado hace tiempo a los políticos y sus partidos. Es más, unos van por un camino y los otros, por otro distinto y distante. Las elecciones se han convertido en una meta y un medio de ascenso económico y social. Y para lograrlo, la mentira es el mejor medio (Ollanta y similares).

Creemos que quien mejor parece encarnar la esperanza en este tiempo de incertidumbre y juego de máscaras, es José “Pepe” Mujica, el ex presidente uruguayo,  quien ha logrado hacer de su gesta política, un magisterio, más que ideológico, humano y, sobre todo, moral.

Nos vamos quedando sin modelos de sociedad y se hace urgente recrear viejas ideas de justicia, convivencia y equidad, para estos nuevos tiempos en que el poder financiero nos tiene a todos del cuello y pone, quita y arrodilla gobiernos, como apetece a sus intereses. Incluso, acabando con las formalidades democráticas, como en Grecia (¡que referéndum. ni ocho cuartos! ¡la banca se zurra en la voluntad popular!).

Hay que despertar. El mecanismo del crédito se ha convertido en un nuevo medio de esclavitud, en las nuevas cadenas de personas, pueblos y estados. Y en el mejor medio de control social. Nos endeudamos porque no nos pagan con justicia por nuestro trabajo. No trabajamos para vivir, vivimos para trabajar y la mayoría de veces, para mal vivir y seguirnos endeudando.

Mientras Internet es cada vez más un medio de control y fiscalización social, con margenes de libertad que empiezan a recortarse. Allí esta España con su denunciada “Ley Mordaza”, que entre otras cosas, criminaliza usar las redes sociales para convocar u organizar cualquier disidencia. ¿Cuándo nos tocará?

Frente a este panorama, hay que reafírmanos en la necesidad de espiritualizar la política y politizar la espiritualidad. Para que la paz interior no sea un acto de egoísmo sino nuestra tarea cotidiana en medio del mundo.

Somos la misma especie, partes indesligables de un mismo ser colectivo. Unidos somos todo, separados…nada.

Desde aquí, seguiremos caminando juntos. Gracias por acompañarnos (Jesús Hubert)